‘Trendy’, deportivo o estilo crossover. El Focus 2019 es muy personalizable
En un mundo donde la personalización del auto es tema de moda, el Ford Focus 2019 se prepara con todo un abanico de opciones de carrocería y acabados. Según mercados estará disponible en carrocería familiar, sedán o de cinco puertas y se podrá elegir entre versiones de distinto perfil: Trend y Titanium enfocadas al diseño, ST-Line hacia la deportividad, Vignale hacia un nivel casi premium y, finalmente, la variante Active de estilo todoterreno

La constante en todos los casos es la base de diseño. Ford decidió dotar al Focus con una apariencia más atlética. Para lograrlo apostó por un cofre largo, un frente en el que dominan curvas —que nos suenan al rostro del nuevo Fiesta— y también un importante juego de proporciones. Al extender 53 mm la distancia entre ejes, se puede tener un mayor diámetro de llantas y al colocarlas más alto se consigue una apariencia más compacta y sólida.
La cabina también pasó por un meticuloso proceso de diseño. Las formas del tablero son simples y limpias; obedecen a una atmósfera donde debe reinar la utilidad y la sensación de espacio. Por eso es que encontramos pocos botones, una pantalla táctil acomodada en forma de tablet e incluso una perilla que sustituye a la palanca de velocidades.
La selección de materiales también ha sido una clave en el desarrollo de esta nueva generación. Ford habla de plásticos de tacto suave y lo argumenta con la inversión de 600 millones de euros en sus instalaciones alemanas para mejorar la calidad de fabricación de su compacto estrella.
Hay conducción semiautónoma e incluso asistente de dirección para evadir impactos
En un comunicado de 5,776 palabras, probablemente la mitad estén destinadas a hablarnos de la tecnología que llena cada rincón de la cuarta generación del Ford Focus, desde aquella destinada a la seguridad, hasta la de integración con servicios de internet y aplicaciones móviles.
Según versiones, el Ford Focus 2019 puede ir equipado con control de velocidad crucero adaptativo y función Stop & Go, que combinado con tecnologías de mantenimiento de carril y reconocimiento de señales de tránsito pueden lograr un nivel de conducción autónoma nivel 2. La alerta de colisión frontal —con frenado automático de emergencia— fue mejorada y ahora reconoce vehículos, peatones y ciclistas.
Entre otras tecnologías de seguridad, destaca un sistema de iluminación predictiva que gira según las curvas de la carretera y que se anticipa al trazado del camino. Si detecta alguna glorieta o una curva importante, ensancha el haz de luz para alumbrar elementos fuera del camino que podrían suponer un riesgo al pasar.